Para la gente del primer mundo cocinar con leña es una cosa del pasado o que se puede hacer puntualmente como algo festivo. Normalmente se cocina con gas o con cocina eléctrica ya que son más limpias, rápidas y no se necesita estar trayendo ni almacenando leña. Además con el crecimiento de las ciudades la leña ya era algo inviable tanto por el riesgo de incendios como por la incapacidad de abastecer a todo el mundo de un modo rápido y práctico.
En cambio se calcula que aproximadamente en el 40% de los hogares de Latinoamérica, 80% de África y en un 70% de los de Asia la gente aún utiliza la leña como combustible básico. Por supuesto estamos hablando básicamente de las zonas rurales.
La crisis de la leña como combustible
El problema es que si por un lado la población mundial está creciendo en cambio la superficie de los bosques se está reduciendo debido a su tala para obtener leña como combustible, a efectos climáticos como la sequía (y los incendios que suele ocasionar) y por supuesto a la deforestación producida por los hombres (para habilitar cultivos, viviendas, carreteras, etc.).
Como afecta a las familias la crisis de la leña como combustible
El problema es que a más deforestación menos lluvias y menos capacidad para recuperarse los bosques restantes. Al final cada vez los bosques están más lejos y las mujeres y los niños (los encargados de que no falte leña) deben de dedicar más horas a buscarla. Eso hace que la gente pueda dedicar menos horas a estudiar o a otras dedicaciones más productivas empeorando así su calidad de vida y sus posibilidades de salir adelante.
Las cocinas solares
La solución más lógica sería la de una explotación racional de los bosques así como una buena política de reforestación pero eso no quita que de forma conjunta se potenciaran las cocinas solares. Las cocinas solares ya son hoy en día una alternativa o solución real para combatir o paliar la crisis de la leña como combustible ya que:
- Son muy baratas ya que no utilizan ningún tipo de combustible. Disminuyen la dependencia y el consumo de una energía externa (el petróleo y el gas) cada vez más cara.
- Son muy fáciles de usar y generan calor inagotable para cocinar.
- Permiten ahorrar horas de trabajo buscando leña mejorando así la calidad de vida de mujeres y niños (pueden dedicar más horas a su formación).
- Ayudar a disminuir la emisión de CO2 a la atmósfera.
Conclusión
La crisis de la leña como combustible es un tema que nos afecta a todos de un modo directo (los que necesitan la leña) o indirecto ya que colabora en la deforestación y contaminación del planeta. Es un problema lo suficientemente importante para que toda la comunidad internacional se involucre.